La ciudad de Sisteron tuvo recientemente el honor de recibir al famoso patinador artístico Philippe Candeloro como padrino de la 41ª edición de su feria-exposición. Con su humor legendario, compartió su convicción de que el patinaje no es solo un deporte de alto nivel, sino que también es accesible para todos, sin importar su edad o nivel. Este artículo repasa este encuentro único y las reflexiones de Candeloro sobre el mundo del patinaje.
El compromiso de Philippe Candeloro
Philippe Candeloro, múltiple medallista olímpico, es mucho más que un simple atleta. Es una figura emblemática del patinaje artístico, pero sobre todo un hombre que promueve la idea de que el patinaje es para todos. Durante su visita a Sisteron, atrapó al público con su pasión y amabilidad. «El patinaje es un poco como andar en bicicleta, se practica sobre el hielo, pero con mucho más estilo», declaró bromeando.
El patinaje, un deporte accesible
Para Philippe, el patinaje es una actividad que rima con alegría y convivialidad. Insistió en que no es necesario ser un campeón para ponerse los patines. «No importa si te deslizas como un pingüino o si caes más a menudo de lo que desearías», añadió. De hecho, incluso propuso sesiones de iniciación gratuitas para aquellos que quisieran probar este deporte deslumbrante.
La importancia de la inclusión
La iniciativa de Candeloro tiene como objetivo fomentar la diversidad en el mundo del patinaje. Para él, es esencial que todas las personas estén representadas sobre el hielo. «No hay criterios de edad o experiencia», precisó. La idea es crear un entorno donde cada uno se sienta cómodo y feliz de intentar piruetas y figuras, incluso si eso trae consigo algunas caídas.
Anécdotas memorables
Durante su intervención, Philippe compartió anécdotas hilarantes sobre sus primeros pasos sobre el hielo. Evocó sus caídas memorables y las risas que eso generó durante sus entrenamientos. «Si no me hubiera caído, nunca hubiera aprendido a levantarme con estilo», bromeó. Así, su enfoque lúdico y cálido da un impulso positivo a aquellos que temen este deporte.
Una feria-exposición exitosa
La feria-exposición de Sisteron, inaugurada con el ribbon… en patinaje, fue una verdadera vitrina de la vitalidad de la ciudad. Reunió a entusiastas de todos los ámbitos, desde artesanos hasta amantes del arte. El toque de glamour de Candeloro añadió una dimensión especial a este evento. ¡No olvidemos que incluso firmó algunos autógrafos mientras hacía unos pasos de baile sobre el hielo!
Philippe Candeloro logró, con humor y pasión, conciliar la excelencia deportiva y la simplicidad de la práctica del patinaje. Su mensaje resuena como un eco benevolente: el hielo no está reservado para los campeones, sino que es un espacio de compartir y felicidad. En Sisteron, logró reunir generaciones y acercar a los amantes del patinaje artístico en un ambiente festivo e inclusivo. La foto de Candeloro tomando de la mano a un niño pequeño sobre el hielo es ahora emblemática de este momento. Las risas, las caídas y las sonrisas que provocó son testimonio de un ambiente cálido donde el patinaje se convierte en un verdadero lenguaje común. Al poner de relieve la accesibilidad de este deporte, abrió las puertas a un mundo a menudo considerado elitista. En Sisteron, se entiende rápidamente que el patinaje es mucho más que un deporte, es una celebración del espíritu colectivo y del placer compartido. El mensaje es claro: pónganse sus patines, diviértanse y no olviden, ¡incluso los más grandes campeones comenzaron con algunas piruetas un poco descoordinadas!